martes, 26 de junio de 2007

Impotencia o disfunción eréctil

Impotencia o disfunción eréctil
La impotencia, o lo que los médicos preferimos llamar, disfunción eréctil, es un problema común, que afecta a aproximadamente al 20% de los varones (1 de cada 5).
La impotencia puede ser una señal de alarma de enfermedades del corazón. Es un problema que puede presentarse a cualquier edad aunque es más frecuente a partir de los 40 años.
La sexualidad en el hombre es un aspecto fundamental de la vida y los problemas de la sexualidad pueden afectar seriamente a las relaciones profesionales y de pareja.
¿Qué es la impotencia?
La impotencia es la incapacidad para mantener la erección lo suficientemente rígida para permitir una relación sexual satisfactoria.
¿Es muy común la impotencia?
Todos los hombres pueden tener problemas para alcanzar la erección en algún momento de sus vidas, especialmente cuando están cansados, sufren estrés o están bajo los efectos del alcohol o padecen una enfermedad grave.
En nuestro país, la impotencia o disfunción eréctil afecta al 19% de los hombres entre 25 y 70 años. Esto supone que más de dos millones de españoles presentan impotencia.
La frecuencia de la disfunción eréctil aumenta con la edad y afecta al 14% de los varones de 40 a 49 años, al 25% de hombres de 50 a 59 y al 49% de 60 a 69 años.
¿Por qué se produce la impotencia?
El pene consiste en dos columnas de tejido eréctil que se denominan cuerpos cavernosos (producen la erección) y un conducto (uretra) por donde sale la orina. (Figura 1). Durante la erección, este tejido eréctil se rellena de sangre, el pene aumenta de tamaño y se vuelve rígido.
Figura 1. Anatomía del pene
En los cuerpos cavernosos existen unas cavidades que se llaman sinusoides y en flaccidez están vacíos. Cuando se produce la erección, llega gran cantidad de sangre a los cuerpos cavernosos y estos sinusoides se relajan y almacenan la sangre. Una adecuada entrada y almacenamiento de sangre produce el aumento del tamaño y la rigidez del pene. (Figura 2). Si la sangre no entra correctamente, o bien se escapa de los sinusoides, entonces se produce una dificultad para lograr y/o mantener la rigidez.
Figura 2. Como se produce la erección
La disfunción eréctil puede ser orgánica (origen físico) o psicológica (origen psicológico).
La impotencia orgánica es la más frecuente y se produce por un trastorno del pene o de los mecanismos relacionados con la erección. Existen varios tipos de disfunción eréctil orgánica:
a) Vascular
Es muy común. Se produce cuando llega poca sangre al pene o no se retiene adecuadamente dentro de los cuerpos cavernosos, originándose un escape de sangre y un descenso brusco de la erección.
Las causas más frecuentes de impotencia vascular son: diabetes, hipertensión, aumento del colesterol, tabaquismo, y enfermedades cardiovasculares.
b) Neurológica
Cuando existen problemas en la transmisión de órdenes que el cerebro y la médula espinal envían al pene, a través de los nervios erectores, para que se produzca una erección.
Producen este tipo de impotencia la diabetes, las enfermedades de la médula y las cirugías realizadas por cáncer de próstata, vejiga y recto (lesión de nervios erectores).
c) Hormonal
Cuando el organismo produce menos hormona masculina (testosterona) de la que se necesita.
d) Por medicamentos
Muchos medicamentos que se usan para el tratamiento de enfermedades como la hipertensión o la depresión pueden afectar a la función eréctil.
e) Psicológica
En estos casos el mecanismo peneano de la rigidez es normal, pero la erección se ve dificultada por problemas psicológicos que pueden deberse a simple ansiedad (miedo a no conseguir una erección), problemas de pareja, depresión u otros problemas psicológicos. El estrés de cualquier tipo puede afectar al acto sexual.
¿La impotencia puede ser el reflejo de alguna enfemedad importante?
Existen factores de riesgo vascular como la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo o el aumento del colesterol que producen lesiones progresivas en todas las arterias del cuerpo. Las arterias del pene son muy parecidas a las arterias coronarias que irrigan al corazón.
Varios trabajos han demostrado que los pacientes con riesgo vascular pueden desarrollar inicialmente una impotencia. Si estos factores de riesgo no se corrigen, la enfermedad vascular avanza y puede producirse un infarto de miocardio y enfermedades vasculares en el cerebro, en el corazón y en todas las arterias del organismo.
En este sentido es muy importante saber que la impotencia puede ser una "señal de alarma" que nos avisa que las arterias se están cerrando. Cuando un paciente presenta disfunción eréctil debe consultar para prevenir enfermedades del corazón.
¿Dónde puedo acudir?
Si usted considera que tiene problemas de erección debe consultar a su médico. El médico de cabecera puede ofrecerle una orientación inicial.
El médico más aconsejable para tratar la disfunción eréctil es el urólogo especializado en andrología "uro-andrólogo".
En el Instituto Uro-Andrológico somos especialistas en el estudio integral del varón. Ofrecemos una atención personalizada con la máxima confidencialidad.
¿Qué estudios se realizan para diagnosticar?
Un uro-andrólogo con experiencia puede diagnosticar y tratar una impotencia con muy pocas pruebas. El diagnóstico y el tratamiento debe ser individualizado, es decir, personalizado para cada paciente y su pareja.
Una buena historia clínica, realizada por un profesional experto en este campo, es la piedra angular del diagnóstico. Esta buena historia clínica junto con la exploración física adecuada nos indica el tipo de impotencia y la causa.
Además nos permite valorar la repercusión psicológica que la impotencia produce sobre el paciente y su pareja.
A partir de su historia clínica un uro-andrólogo experto solicitará los análisis de sangre más adecuados para cada paciente.
En el Instituto Uro-Andrológico esta evaluación básica (historia, exploración y analítica) nos permite informar al paciente de la causa de su problema y ofrecerle el tratamiento más adecuado.
En muy pocos pacientes, sobre todo en jóvenes, es necesario recurrir a pruebas muy específicas.
¿Qué tratamiento existen?
Actualmente existen distintas opciones terapéuticas. El tratamiento debe ser personalizado y las soluciones son mejores cuando se conoce la causa y es posible actuar sobre ella.
En pacientes con impotencia de origen psicológico es fundamental un asesoramiento psicológico para hablar de la impotencia con él y con su pareja y ayudarles a superar el problema. Es muy importante tranquilizarlos y disminuir la tensión en la relación de pareja. Si existe una depresión o un problema psicológico acusado puede ser necesario un tratamiento psiquiátrico.
En los pacientes con disfunción eréctil hormonal, existe un déficit de testosterona y responden muy bien a un tratamiento sustitutivo con testosterona (ver apartado descenso del deseo sexual).
En pacientes jóvenes con disfunción eréctil arterial puede ser aconsejable realizar un estudio especializado enfocado a una microcirugía de revascularización peneana.
En pacientes con factores de riesgo vascular (hipertensión, colesterol, tabaco, diabetes) deben corregirse estos factores para evitar que desarrollen una enfermedad cardiovascular grave (infarto de miocardio, arterioesclerosis, etc…).
Existen diferentes tratamientos para pacientes con disfunción eréctil. Debe plantearse a cada paciente el tratamiento más apropiado a su impotencia, empezando inicialmente por los tratamientos más sencillos.
Los tratamientos actuales para la impotencia orgánica son:
Hormonas
Fármacos orales (Sildenafilo, Tadalafilo y Vardenafilo)
Inyección de un medicamento en el pene
Prótesis de pene
En el Instituto Uro-Andrológico, tras un diagnóstico adecuado, explicamos al paciente todos los tratamientos que existen, cómo actúan y qué ventajas y problemas tienen. De acuerdo a la opinión y preferencias del paciente, planteamos el tratamiento más adecuado.
¿Cómo funcionan los fármacos orales?
Existen tres medicamentos, que pueden administrarse en forma de pastillas para tratar la impotencia. Son Sildenafilo (Viagra®), Tadalafilo (Cialis®) y Vardenafilo (Levitra®).
Actúan bloqueando una enzima específica del pene (fosfodiesterasa 5) y de esta manera potencian los mecanismos naturales de la erección. Como son potenciadores naturales de la erección, es necesario que exista estimulación sexual, para que funcionen.
Estos inhibidores de la fosfodiesterasa 5 ofrecen buenos resultados en más del 70% de los pacientes y son bien tolerados.
¿Son seguros los fármacos para la impotencia?
Cuando un uro-andrólogo experto ha realizado un diagnóstico adecuado y le ha recomendado un fármaco para la disfunción eréctil, la presencia de efectos adversos es muy rara.
Estos medicamentos pueden producir: dolor de cabeza, rubor, congestión nasal, dolor de estómago, etc... pero en general son leves y muy poco frecuentes.
Estos fármacos (Sildenafilo, Taldalafilo y Vardenafilo) por si mismos, no producen ningún problema sobre el corazón.
Los pacientes que toman medicamentos que contienen nitratos (cafinitrina y otros) no pueden tomar inhibidores de la fosfodiesterasa 5 ya que su asociación puede producir hipotensión.
El paciente no debe automedicarse para solucionar su impotencia. Estos fármacos son muy efectivos y siempre deben ser recetados por un médico (uro-andrólogo) tras un diagnóstico adecuado.
¿Cómo funciona la inyección?
Es una forma de tratamiento con una eficacia altísima, superior al 90%. La inyección se realiza con una aguja muy fina (de insulina) y aunque parezca lo contrario, no es dolorosa.
Para que la inyección intracavernosa funcione es fundamental que un médico experto en este tratamiento le indique la dosis que debe inyectarse y cómo inyectarse.
En el Instituto Uro-Andrológico utilizamos un programa de entrenamiento que facilita el aprendizaje en la técnica de inyección con muy buenos resultados.
En pacientes con disfunción eréctil severa que no responden a los tratamientos orales la inyección en un tratamiento muy eficaz y con pocas complicaciones, aunque requiere un aprendizaje y una supervisión médica especializada.
¿Cómo son las protesis de pene?
La colocación de una prótesis requiere una intervención quirúrgica para colocar unos dispositivos en el pene y en el escroto. Los dispositivos de la prótesis quedan en el interior del organismo y cuando el paciente lo desea activa la prótesis consiguiendo una excelente erección. Cuando finaliza la relación sexual, la prótesis puede desactivarse y volver al estado de flacidez.
Se considera que la prótesis es la última opción para el tratamiento de la disfunción sexual. A pesar de requerir cirugía, más del 90% de los pacientes que han recibido el implante de una prótesis están muy satisfechos.
Consejos para pacientes con impotencia
La disfunción eréctil puede producir una severa repercusión psicológica sobre el paciente y su pareja.
La impotencia puede ser una señal de alarma de una enfermedad del corazón.
Si presenta impotencia debe consultar con un uro-andrólogo con experiencia en este tema.
El diagnostico y tratamiento de la disfunción eréctil debe ser personalizado y confidencial.
Existe un tratamiento para todo tipo de impotencia. Su uro-andrólogo debe explicarle la eficacia, seguridad y ventajas de todos los tratamientos disponibles.
Hay muchos hombres con su mismo problema y muchos de ellos ya han conseguido ayuda.

No hay comentarios: